Los esguinces de tobillo son muy frecuentes en los deportes de montaña, especialmente durante los descensos por terrenos resbaladizos o inestables (laderas, pedreras, barrancos).
Por las características de los lugares donde se llevan a cabo estas actividades, una lesión banal como puede ser la de un ligamento del tobillo puede requerir una movilización de medios importante e incluso puede ser motivo de llamada a los servicios de emergencias.
Anatomía del ligamento lateral externo del tobillo
El ligamento que se lesiona con más frecuencia es el lateral externo del tobillo (LLE), por un movimiento de abducción y extensión forzada:
El LLE consta de tres fascículos que unen el peroné con dos huesos del pie, el astrágalo y el calcáneo:
$1- - Fascículo peroneo-astragalino anterior: el que menos fuerza es capaz de soportar y el más frecuentemente lesionado.
$1- - Fascículo peroneo-calcáneo: el más resistente, por lo que su lesión aislada es rara. Por su posición, es habitual que al persistir la fuerza se lesione tras el peroneo-astragalino anterior.
$1- - Fascículo peroneo-astragalino posterior: se sitúa en un punto intermedio a los dos anteriores en cuanto a resistencia a la rotura, pero por su localización anatómica es el que menos se lesiona.
El vendaje funcional preventivo
El vendaje funcional ha despertado gran interés por tratarse de una técnica que no inmoviliza completamente las articulaciones y permite, en el caso del vendaje funcional terapéutico, una recuperación rápida y con muy buenos resultados funcionales a la vez que evita las secuelas de las inmovilizaciones prolongadas.
Por otro lado, existe el vendaje funcional preventivo, que tiene como objetivo proteger estructuras que van a ser sometidas a cierto grado de estrés. En el caso del tobillo, su objetivo será evitar la laxitud articular máxima y con ello prevenir una lesión que pueda incapacitar al deportista. En este sentido, que el propio individuo o el responsable de su conducción sea conocedor de las técnicas de vendaje funcional preventivo puede ayudar a evitar una lesión que comprometa el transcurso de la actividad propia y de sus acompañantes.
Las personas con mayor riesgo a sufrir esguinces de tobillo y que más se pueden beneficiar de esta técnica son:
- $1- Las que ya han tenido un esguince de tobillo previamente.
- $1- Individuos con poco desarrollo muscular en la zona, que presentan una articulación más inestable.
- $1- Los no deportistas en contexto de fatiga muscular.
Existen multitud de técnicas para realizar los vendajes de tobillo. En cualquier caso, sea cual sea la elegida, hay que tener presente que este tipo de vendaje debe usarse sólo durante la práctica deportiva, ya que si se sistematiza su uso, la articulación puede volverse “vendaje-dependiente” y lesionarse más rápidamente cuando no está protegida.
Hay dos tipos de material usados en los vendajes funcionales: las vendas rígidas (tipo Tape), las elásticas (tipo Tenso-Plast) y una combinación de ambas. Existen ventajas e inconvenientes en ambos tipos, en nuestro caso el más ampliamente usado es el elástico ya que resiste más a la fatiga y el desgaste, es más cómodo para el usuario y aguanta bastante bien el contacto con el agua (en caso de usarse en barrancos, es recomendable colocar por encima un escarpín). A pesar de esto, hay que tener en cuenta que cualquier tipo de vendaje se desgasta en el transcurso de la actividad y con el movimiento, por lo que hay que prever llevar material por si hubiera que cambiarlo.
Técnica del vendaje funcional preventivo de lesiones en tobillo
Con la articulación colocada a 90º, evitando movimientos que puedan crear arrugas en el vendaje y considerando la opción de rasurar la zona (no aplicar sobre piel dañada o quemada):
Paso 1: Colocar anclaje 1 en la zona de los metatarsos
Paso 2: Colocar anclaje 2 en la zona de la tibia
Paso 3: Colocar estribo al anclaje 2 pasando por debajo del talón
Paso 4: Colocar estribo al anclaje 1 pasando por detrás del talón
Estos pasos pueden repetirse en sentido inverso (4-3-2-1), teniendo en cuenta el no solapar completamente los estribos sino colocarlos algo desplazados (1-2 cm), para aumentar la anchura total de la venda. En el caso de los anclajes, se deben solapar completamente.
Paso 5: Realizar un 8 desde el maléolo externo, pasando por la parte posterior del tobillo, hasta el anclaje 2.
Paso 6: Realizar un 8 desde el maléolo externo, pasando por la parte anterior del tobillo, hasta el anclaje 2.
En este punto se puede reforzar la estructura colocando tiras de venda de forma horizontal que cubran todo el vendaje. Esta maniobra dará más estabilidad pero también hará que el vendaje sea más voluminoso.
Por último, debemos tener en cuenta que la indicación de un vendaje preventivo es el evitar que una articulación susceptible se lesione, sobretodo en lugares remotos. No hay que olvidar que para una buena prevención, a esta técnica hay que sumarle el trabajo personal del individuo en cuanto a musculación de la zona y propiocepción, así como mantener una buena hidratación y aporte energético durante la actividad. El uso de bastones, cuando es posible, descarga mucho las articulaciones del miembro inferior y proporciona estabilidad, por lo que puede ser otra buena medida preventiva.
Bibliografia:
Abian J. Biomecánica del vendaje funcional preventivo de tobillo. Elástico vs no elástico. Tesis doctoral 2008. Universidad de Castilla - La Mancha
Bové T. El vendaje funcional. 2005. Doyma, Barcelona.
Meana M et al. Biomecánica del vendaje funcional preventivo de tobillo. Archivos de Medicina del Deporte 2004; XXI (2):99-108.
Schur A. Vendajes funcionales en el deporte. 2007. Ed. Meyer&Meyer Sport.